¡La Ruleta “Hermosa” del Internet, la reina del casino!


Hay una multitud de versiones sobre la invención de la ruleta. Según una de ellas, la ruleta fue inventada por el científico francés Blez Pascal en 1655, en honor de quien fue llamado el conocido lenguaje algorítmico. Según otra versión, la ruleta fue inventada por el monje francés durante la vida aburrida en el monasterio. Según la tercera versión, la ruleta proviene del juego antiguo chino, y los chinos no sólo son padres de la pólvora y el papel, sino también antecesores de todos los juegos de azar.
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La ruleta es un mecanismo bastante simple, y las reglas de la ruleta son elementales. Sin embargo, a pesar de su simplicidad, la tónica del casino es precisamente la ruleta. El casino es, ante todo, la ruleta. En todo caso, tales asociaciones se le ocurren a la mayoría de las personas. Hablamos del “casino”, implicando el juego de ruleta. Históricamente así se ha formado que el símbolo de los juegos del casino es la rueda de la ruleta. Y en la época del casino en línea, la ruleta en línea, indudablemente, ocupa los primeros lugares en el rating de los juegos.

Pero en el casino hay una multitud de juegos dignos además de la ruleta. A los jugadores se les proponen los tipos distintos del póker , que es muy popular ahora, el bacará, el blackjack , los dados, las distintas máquinas tragaperras y otros juegos. Pero a pesar de todo el juego básico es el juego de ruleta.

¿Por qué la ruleta en línea, la reina del Internet, es el juego más conocido y preferido? Todo es muy sencillo. Ni en un juego en el casino hay tal entusiasmo, el caldeamiento de las pasiones, la tensión, tales tasas altas, los premios enormes y tal dependencia de la voluntad del destino, como en la ruleta. Te das por completo en el poder del destino. Ya nada depende de ti. Tu asunto es  contemplar y esperar que la fortuna no te abandone. Jugar en la ruleta siempre es emocionante. Es como si desafiaras el destino o la preguntas con esperanza, si eres su preferido o no. Si es así  comienza el instante de la beatitud, que no se compara con nada. Si no es así entonces es imposible retenerse para probar el destino una vez más, ya que cada uno quiere ser exitoso.

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